Thierry Meyssan es el presidente de Red Voltaire. Fue en este sitio donde publicó unexplosivo artículo, que posteriormente le significaría su cierre. El artículo se titulaba “Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa”. Título sugerente, tanto así que motivó a la Agencia Central de Inteligencia norteamericana a sabotear la página que Meyssan preside. ¿Qué contenía este artículo que puso -o podría poner- en peligro la seguridad de Estados Unidos? O en definitiva, ¿a qué le temen? En tanto, internet ya dejó de ser la insignia del liberalismo y la globalización. Lo dijo el mismo Meyssan en una entrevista para Kaosenlared, «internet ya es un campo de batalla en el sentido militar del término».
Al inicio, Meyssan nos presenta una conjetura histórica que nos imaginamos rebuscada, confusa y compuesta por múltiples actores que poco a poco le irán entregando sentido a la tesis sobre la relación entre Nicolás Sarkozy y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA).
La Cosa Nostra: todo queda entre familia
Resulta extraño pensar que todo parte en plena Segunda Guerra Mundial. Fue durante estos años en que la inteligencia estadounidense realiza vínculos con la mafia italiana, principalmente a través de la figura de Charles “Lucky” Luciano, para facilitar la invasión a la península, en ese momento bajo el control del fascismo. Aquellos contactos quedarían posteriormente, a cargo de un corso (natural de Córcega) llamado Etienne Leandri.
Eso por un lado. Luego se conforma otro armatoste histórico, que apunta al posible triunfo del Frente de Liberación Nacional (FLN) en Argelia. Los procesos independentistas africanos obligaron a generar un despliegue de la CIA para interceptarlos. Pero Charles De Gaulle, mandatario de la Francia postguerra, no permitiría el accionar norteamericano. Por el contrario, facilitó y concedió finalmente la independencia a todas las colonias. Esto provocó el asedio continuo para intentar derrocar y asesinar a De Gaulle, entre las que se encuentra la planificación de un golpe militar en Francia, de la cual estaría a cargo Allan Dulles, en reemplazo de Frank Weisner padre, director de la CIA. Por ello, se conformó una milicia encargada de proteger a De Gaulle con el nombre de SAC, bajo el mando de Charles Pasqua.
Y aquí vienen las relaciones. Pasqua es corso, se casó con la hija de un traficante canadiense de licores y bajo la marca Ricard se permite la realización de una serie de tráficos que tenían que ver con la familia de los Genovese, familia de Lucky Luciano. «No resulta entonces sorprendente que Pasqua recurra a Etienne Leandri (el “embajador” de Luciano) para reclutar a los esbirros que conformarán la milicia gaullista». Un tercer corso sería parte fundamental de este rompecabezas, Achille Peretti, quien también sería parte de la SAC.
Tras De Gaulle –y con los corsos ya en otros asuntos– asume Georges Pompidou, quien con el apoyo de Edouard Balladur, entonces secretario general de la presidencia, aprueban la entrada al mercado común europeo de Francia.
Y toda esta historia ¿Qué tiene que ver con el actual presidente de Francia, Nicolás Sarkozy? Su madre sería secretaria de Peretti, el tercer corso, quien realizaba una gran carrera política, llegando incluso a ser presidente de la Asamblea Nacional. Pero sería acusado públicamente por la conformación de una organización criminal secreta llamada “La Unión Corsa”, que inspiraría el film hollywoodense "French Connection". Aquella cobertura, realizada principalmente por el diario Times, daría a luz a un nuevo nombre, Jean Ventura, arrestado en Canadá y que sería el delegado comercial de (quién sino) Charles Pasqua, a través de su marca Ricard.
Por otro lado, quien fuera la segunda esposa del padre de Nicolás Sarkozy, Christine de Ganay, se radicaría en EE.UU. tras establecer con quien fuera su segundo marido y el segundo hombre más importante de la administración central del Departamente de Estado norteamericano, Frank Wisner hijo, hijo del mismo Frank Wisner reemplazado en la dirección de la CIA por Allan Dulles para la planificación del golpe militar a De Gaulle.
Desde aquí, todo empieza a tomar forma. «Nicolás, que se mantiene muy cerca de su madrastra, de su medio hermano y de su media hermana, comienza a volverse hacia Estados Unidos, donde participa en programas de formación que organiza el Departamento de Estado Norteamericano». Período en el cual Sarkozy ingresa al partido gaullista, relacionándose con uno que ya nos parece familiar, Charles Pasqua.
Esta mescolanza se torna cada vez más familiar. Sarkozy se titula de abogado y se casa con la hija de Achille Paretti, donde Charles Pasqua es el testigo. Laboralmente, el actual presidente galo le presta sus servicios a “los amigos corsos de sus mentores”. Su suegro fallece y Sarkozy resulta electo alcalde en reemplazo del finao Paretti.
De aquí en adelante, esto es una verdadera teleserie. Sarkozy comete infidelidad y se separa de la hija de Paretti. Luego hace de testigo en el matrimonio de la hija de Jacques Chirac, con quien mantendría una relación, provocando el suicidio de quien fuera el yerno de Chirac. «La ruptura entre la familia Chirac y Nicolás Sarkozy es brutal e irreversible».
Sarkozy, de la mano de la CIA al sillón presidencial
«Mucho antes de la crisis iraquí, Frank Wisner Junior y sus colegas de la CIA planifican ya la destrucción de la corriente gaullista y el ascenso de Nicolás Sarkozy». La planificación de la exitosa estrategia se da en tres frentes: En el partido gaullista, en los contendientes de su misma línea política y en el bloque de izquierda.
1. Toma de la dirección del PartidoDominique Strauss-Kahn envía a la prensa las declaraciones póstumas de un promotor inmobiliario a través de un video. Si bien estas declaraciones no abren ningún caso judicial, se arma un escándalo en donde la culpa la decide asumir el primer ministro, Alain Juppé, con tal de proteger a Chirac. Sin Juppé, Sarkozy comanda el partido y Chirac se ve en la obligación de incorporarlo a su gabinete como ministro del Interior.
Bajo su cargo, muere repentinamente el prefecto de Córcega, Claude Erignac. Se especula que pudieron haber sido independentistas corsos, pero se arresta al hijo de un diputado socialista, Yvan Colonna. Tras los procesos judiciales, Colonna fue encontrado culpable aunque no se han encontrado pruebas materiales y en su declaración se autoproclama inocente. Sin embargo, prefirió asumir la condena antes de contar lo que sabe. Meyssan entonces revela que el asesinato lo cometió un homicida a sueldo llamado Igor Pecatte, quien tras la muerte fue llevado hacia Angola. Colonna, por su parte, era amigo de Sarkozy desde hace dos décadas.
2. Limpiar el camino en la derecha francesa
El principal rival de Sarkozy dentro de la derecha francesa es Dominique de Villepin, a quien acusa de incluirlo hacer en una falsa lista de personalidades con cuentas bancarias en el banco Clearstrearm, en Luxemburgo. Villepin se declara inocente de las acusaciones de Sarkozy, sin embargo, queda al margen de ocupar cargos públicos.
Pero algo que no se supo es que los listados fueron puestos en circulación por la fundación franco-americana, de la cual es administrador Frank Wisner Jr. «Lo que los jueces no saben, y que nosotros revelamos aquí, es que los listados fueron fabricados en Londres por un oficina común de la CIA y del MI6, Hakluyt & Co., administrada también por Frank Wisner Junior».
3. Boicot a la izquierda socialdemócrata
Sorpresivamente, ese año hay un boom en las inscripciones del Partido Socialista Francés. Resulta que al menos 10 mil de los inscritos son infiltrados del Partido Trotskysta Lambertista (llamado así por su fundador y conocido ideólogo Pierre Lambert).
En años anteriores, esta pequeña organización habría trabajado junto a la CIA en la lucha contra los estalinistas durante la Guerra Fria. De hecho, no era primera vez la inclusión de infiltrados en otros partidos. Conocidos son los agentes de la CIA Lionel Jospin, que llegó a convertirse en primer ministro, y Cristophe Cambadelis, consejero de Dominique Strauss-Kahn.
El plan, esta vez, era mucho más audaz. Dos candidatos se presentaban a primarias: Segolene Royal y Laurent Fabius. Para la CIA, sólo este último presenta un verdadero obstáculo. Es por ello que deciden agregar en la competencia a (casi obvio) Dominique Strauss-Kahn. ¿Con qué fin? para ampliar el espectro electoral, y así los lambertistas no votarían por él, sino por Royal.
«Los franceses ignoran que (Strauss-Kahn) imparte clases en la universidad estadounidense de Stanford, donde fue contratado nada más y nada menos que por Condoleezza Rice». Es más, tras la elección de Sarkozy a la presidencia, la forma de agradecer la complicidad de Strauss-Kahn fue hacer posible su elección como director del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mirando bajo el agua
El reportaje de Meyssan continua con un despliegue informativo de cómo Nicolás Sarkozy, agente de la CIA, ha llevado el gobierno del pueblo francés y cómo se siguen reflejando concordancias con las políticas estadounidenses. Sin complementar mayormente esta información, podemos decir que existe un sentimiento de impotencia cada vez más generalizado.
La inteligencia imperialista opera basando su control en el intervencionismo, y no sólo en países marginados del desarrollo como los sucesivos golpes militares de los 70′ en Latinoamérica o lo que sucede ahora en Osetia del Sur, Georgia, sino también con peces gordos y grandes, como Francia.
Y ese intervencionismo no queda en las barreras físicas, sino que se hace parte de la guerra de cuarta generación. Las trincheras son ahora virtuales. La red es un combate continuo, de persecusiones, de mensajes acallados. El búnker de internet ha sido roto. Era de esperarse, el libre mercado siempre conduce al monopolio. A la lucha por el poder.
Existe un sentimiento de impotencia, dije. El pueblo francés y el chileno no son tan diferentes. Ambos nos acuertelamos en nuestras casas, mascamos el mensaje televisivo como si fuera un chicle y nos metemos a internet, creyendo que en ese mundo estamos seguros. Ha llegado el momento en que debemos dejar de huir.
Por Camilo Espinoza